Hacia fines de julio la siembra de trigo en La Pampa había finalizado y, de acuerdo con reportes de colaboradores DIA, el cereal se encontraba transitando la etapa vegetativa de su ciclo, con las primeras hojas expandidas.

A la fecha de relevamiento, cerca del 80% de la superficie triguera presentaba un gradiente entre excelentes y buenas condiciones generales. Sin embargo, se registró un aumento de 9 puntos porcentuales en la proporción de lotes en regular y mal estado general respecto al mes de junio. Según lo informado por casi la totalidad de los técnicos y referentes zonales, las intensas y frecuentes heladas ocurridas durante julio afectaron al cereal, que comenzó a evidenciar síntomas de estrés térmico. Sumado a esto, se reportaron síntomas de estrés hídrico por falta de agua leve a moderada en alrededor del 40% de los casos.

En cuanto al estado sanitario del cultivo, no se reportaron efermedades pero sí casos puntuales de gusano blanco (Diloboderus abderus) en baja presencia.